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Acumuladores de calor: ¿siguen siendo una opción viable en el mercado español?

En el ámbito de la calefacción, los acumuladores de calor han sido un sistema popular durante muchos años en el mercado español.

Estos dispositivos tienen la capacidad de almacenar calor durante las horas nocturnas y liberarlo gradualmente durante el día. Sin embargo, en los últimos tiempos, los radiadores eléctricos de bajo consumo han ganado terreno como una alternativa más eficiente y versátil. En este artículo, analizaremos el funcionamiento de los acumuladores y su estado actual en el mercado español, y por qué los radiadores eléctricos de bajo consumo, como los ofrecidos por Farho, representan la mejor opción para los hogares.

Funcionamiento de los acumuladores de calor:

Los acumuladores de calor funcionan mediante el uso de núcleos cerámicos o de piedra que almacenan el calor durante las horas nocturnas, cuando la electricidad es más barata, y lo liberan gradualmente durante el día.

 Durante la carga nocturna, estos dispositivos se conectan a la red eléctrica y calientan los núcleos internos hasta alcanzar la temperatura deseada. Una vez cargados, los acumuladores aíslan los núcleos para mantener el calor almacenado y lo liberan lentamente a medida que el núcleo se enfría.

 

Existen dos tipos de acumuladores utilizados comúnmente: los estáticos y los dinámicos. Ambos cumplen la función de calefacción, sin embargo, presentan diferencias significativas en cuanto a su rendimiento, costo y eficiencia energética.

Los acumuladores estáticos se caracterizan por ser más económicos y requieren menos potencia para operar. Estos dispositivos calientan su entorno mediante radiación, es decir, emitiendo calor directamente hacia los objetos o personas más cercanas. No obstante, presentan una eficiencia energética más baja, ya que pierden aproximadamente un 80% de la energía generada.

Por otro lado, los acumuladores dinámicos son más costosos y requieren una mayor potencia para su funcionamiento. Estos dispositivos emplean la convección forzada como método de calefacción, gracias a la utilización de turbinas que permiten distribuir de manera más eficiente el calor generado. A diferencia de los estáticos, los acumuladores dinámicos presentan una mayor eficiencia energética, con una pérdida aproximada del 20% de la energía generada

Además de los acumuladores, también existen los calefactores a convección natural, los cuales emiten la totalidad del calor generado y favorecen una circulación óptima del aire. Estos dispositivos logran alcanzar y mantener la temperatura deseada de manera estable, con un menor consumo energético

Estado actual de los acumuladores en el mercado español:

 

Aunque los acumuladores de calor han sido una opción popular en el pasado, su demanda ha disminuido en el mercado español en los últimos años. Hay varias razones para esta tendencia. En primer lugar, los acumuladores no son muy eficientes energéticamente, ya que requieren una carga nocturna prolongada y pueden perder calor durante el día debido a la falta de aislamiento óptimo. Esto se traduce en un consumo de energía más alto y facturas más costosas para los usuarios.

 

Además, los acumuladores de calor tienen un control de temperatura limitado, ya que calientan todas las habitaciones a la vez. Esto puede ser problemático en hogares con habitaciones que no se utilizan con frecuencia, ya que se está desperdiciando energía en áreas innecesarias.

Los radiadores eléctricos de bajo consumo: la mejor alternativa:

 

En contraste con los acumuladores, los radiadores eléctricos de bajo consumo se presentan como una alternativa más eficiente y versátil. Estos dispositivos son capaces de generar calor instantáneamente y de forma controlada, eliminando la necesidad de una carga nocturna prolongada. Además, cuentan con tecnologías avanzadas, como termostatos y sensores de temperatura, que permiten un control individualizado de cada habitación, evitando el calentamiento innecesario de espacios no utilizados.

 

Los radiadores eléctricos de bajo consumo también son más eficientes energéticamente, ya que no desperdician calor durante el día y ofrecen un mejor control de temperatura en comparación con los acumuladores. Además, la posibilidad de programación y control remoto brinda a los usuarios un mayor control sobre su sistema de calefacción, adaptándolo a sus necesidades específicas y maximizando la eficiencia energética.

 

Estado del mercado eléctrico español

Existen dos tipos de mercados en el sector eléctrico español: Mercado Regulado y Mercado Libre.

En Regulado el cliente suscribe un contrato PVPC (significa Precio Voluntario Pequeño Consumidor) en el cual los precios son fijados por el Estado y tiene 3 franjas a lo largo del día:

  • P1 o Punta, siendo el periodo más caro
  • P2 o Llano, con precio intermedio
  • P3 o Valle, con el precio más económico de los tres

En el caso de Mercado Libre el precio viene fijado por la compañía con la que el usuario haya contratado. Además, puede tener:

o  Tres periodos, como en Regulado

o  Dos periodos, como la antigua discriminación horaria

o  Precio plano, en el no hay franjas horarias ya que todo el día está al mismo precio

En el caso de clientes de Libre con dos periodos, si bien los precios pueden oscilar un poco, P1 suele estar a unos 16 céntimos y P2 a 14. Antiguamente sí que había diferencia de precios y el precio de P2 solía ser la mitad con respecto a P1.

Desde hace dos años, como vemos, esa diferencia es irrisoria y no merece la pena el uso de acumuladores para clientes que no dispongan de placas fotovoltaicas.