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Huella de carbono: ¿qué es?

El cambio climático se ha convertido en un tema cada vez más relevante en nuestra sociedad actual. Todos tenemos la capacidad de contribuir a frenarlo, aunque a veces puede resultar desafiante. Una forma efectiva y comprensible de evaluar nuestro impacto en el planeta es mediante la Huella de Carbono.

Esta medida ambiental, originada en 2007 como parte de una campaña de concientización de la petrolera British Petroleum, nos permite cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero que generamos.

¿Qué es el efecto invernadero?

Para comprender el concepto de Huella de Carbono, es importante entender el efecto invernadero y cómo funciona de manera sencilla.

Imagina que estás dentro de una casa de cristal. Los rayos del sol atraviesan el techo y las paredes, calentando el interior de la casa. Sin embargo, ese calor no puede escapar, lo que provoca que la temperatura siga aumentando a medida que el sol genera más calor.

 

De manera similar, la Tierra tiene una capa de gases llamada atmósfera. Algunos de estos gases, al igual que las paredes de cristal de nuestra casa imaginaria, permiten que la luz del sol pase a través de ellos y llegue a la Tierra. A medida que más calor queda atrapado en la Tierra, la temperatura se eleva, lo que resulta en el calentamiento global. Esto provoca cambios en los patrones climáticos, aumento del nivel del mar y derretimiento de los hielos.

 

Los gases de efecto invernadero existen de forma natural y son parte de la composición de la atmósfera. De hecho, son esenciales para que la Tierra sea habitable. Sin embargo, durante más de medio siglo, los seres humanos hemos estado perturbando el equilibrio energético del planeta mediante la quema de combustibles fósiles, lo que añade dióxido de carbono al aire. Este aumento en los niveles de dióxido de carbono contribuye al aumento de la temperatura.

casa de cristal

Entonces, ¿qué utilidad tiene la Huella de Carbono? 

No es más que una herramienta que cuantifica los gases de efecto invernadero que produce cada actividad que realizamos.

Reducir tu huella de carbono es clave en nuestra vida cotidiana, ya que incluso acciones aparentemente básicas como encender una luz o imprimir un documento generan emisiones de CO2.

¿Cómo? Un ejemplo sencillo sería comprender el proceso de huella de carbono al imprimir un papel. Esto nos permite tomar conciencia de las diversas etapas involucradas:

La producción de papel requiere la obtención de materias primas, como árboles o fibra de papel reciclado. Estas materias primas se someten a procesos de transformación que requieren agua y energía. Una vez producido el papel, debe trasladarse a lugares de distribución como oficinas, hogares o tiendas. Al imprimir el papel, se utiliza energía eléctrica para alimentar la impresora. Finalmente, el papel impreso llega a su fin de uso pudiendo o no reciclarse correctamente.

Todos estos pasos de Procesamiento – Transporte – Consumo – Disposición implica el uso de combustibles fósiles generando emisiones de CO2 entre otros contaminantes.

 

El cálculo de cada acción que realizamos puede llegar a ser muy complejo, y según varios estudios realizados, “nunca es posible ser completamente preciso”. Sin embargo, basta con tener una idea general para intentar reducir estas emisiones.

 

Algunos ejemplos que ayudan a tu Huella de Carbono podrían ser:

  • Reducir el uso de plásticos en tu vida diaria.
  • Apagar completamente los aparatos electrónicos cuando no están en uso.
  • Optar por duchas rápidas para reducir el consumo de agua caliente.
  • Caminar o usar la bicicleta siempre que sea posible en lugar de utilizar vehículos motorizados.
  • Disminuir el consumo de carne y lácteos, ya que la producción animal genera grandes emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Considerar la instalación de paneles solares en tu hogar u oficina para aprovechar energía renovable.

Estas sólo son algunas de las acciones a tomar de una larga lista. Y es que cada pequeño cambio en tu estilo de vida puede marcar la diferencia, y al fomentar hábitos sostenibles, también puedes inspirar a otros a seguir tu ejemplo.

 

En Farho, hemos registrado voluntariamente nuestra huella de carbono para tomar medidas que contribuyan a proteger nuestro planeta y asegurar un futuro sostenible.

Si estás interesado en conocer tu huella de carbono personal, hay muchas herramientas en línea, como la calculadora de carbono de la Fundación Aquae, que te pueden proporcionar una estimación general. Recuerda que la media de la huella de carbono por persona es de 5 toneladas, y el objetivo para mitigar el cambio climático es reducirlo a 2 toneladas por persona. ¿Cuál es tu resultado?