Seguramente hayas oído hablar del llamado “Calor Azul”, pero ¿sabes realmente lo que significa?

Para resumir, se trata de aquellos radiadores cuyo consumo eléctrico es más moderado.

¿De dónde procede este término?

James Prescott Joule fue un notable físico inglés cuya investigación termodinámica le condujo al desarrollo de la teoría de la energía. De hecho, el “Joule”, sistema utilizado para la medición de la energía, trabajo y calor, fue nombrado de esa forma en su honor. El efecto Joule es un fenómeno por el cual, si en un conductor (resistencia conectada) circula corriente eléctrica, parte de esa energía cinética de los electrones se transforma en calor.

Por lo tanto, este término procede de la evolución de los radiadores eléctricos de aceite, ya que éstos utilizan un fluido calorpotador que funciona teniendo en cuenta ese principio.

¿Qué ventajas aporta este tipo de calor?

La carcasa que envuelve el calor suele ser de aluminio, un material que conduce muy bien el calor, por lo que mantiene el proceso de eficiencia.

Se pueden utilizar sondas para controlar la temperatura, de modo que son más precisos y evitan el desperdicio de la energía.

No produce ni gases, ni olores ni otros efectos contaminantes.

Estos emisores no requieren mantenimiento y son fáciles de instalar.

Suelen ser más ligeros, por lo que transportarlos o moverlos a otro sitio es mucho más sencillo.

El calor expulsado del radiador eléctrico se distribuye de una forma uniforme para que la estancia sea calentada de una forma mucho más efectiva.

¿y tú? ¿Te apuntas al Calor Azul?