Aplicar una serie de consejos para ahorrar energía en el hogar es bueno para el medio ambiente y también para el ahorro particular. El consumo de energía ha aumentado de forma desproporcionada, en muchos casos porque no somos plenamente conscientes del coste de algunos de nuestros hábitos. Además, vivimos en una cultura de consumo excesivo que fomenta el uso de dispositivos que ni siquiera necesitamos.
Para reducir el consumo de energía, tenemos principalmente dos opciones; el primero para cambiar algunas cosas de la casa y el otro para cambiar nuestros hábitos o ver cómo nos comportamos en la casa.
Antes de comenzar con los cambios en la vivienda, es fundamental conocer la potencia contratada de tu vivienda si el servicio al que te suscribes no coincide con el consumo alcanzado. En caso de ser necesario, se recomienda modificar la potencia contratada, para hacer uso de aquella que realmente se consume, dependiendo del número de electrodomésticos y sistemas en la vivienda.
- Control de temperatura óptimo
Si el punto de la domótica te pareció un poco exagerado, no necesitas ir tan lejos para aprender cómo las automatizaciones pueden ahorrar electricidad en tu hogar.
Por ejemplo, un simple cronotermostato también supone un importante ahorro en la factura de la luz al ajustar la temperatura a nuestras diferentes necesidades: día/noche, fines de semana, viajes, etc.
La temperatura ideal para una casa es entre 20 y 23°C durante el día y entre 15 y 17°C durante la noche.
Y los que sufren de frío mejor se ponen un poco más de ropa que sube unos grados la temperatura. Una sudadera en casa puede ayudarte a ahorrar en la factura de la luz y ayudar al planeta.
- Aprovecha la luz del sol
Siempre que la orientación del hogar lo permita, se recomienda aprovechar al máximo esta inagotable fuente de luz. Colocar mesas de estudio o mesas de lectura en áreas cercanas a las ventanas para aprovechar la luz natural.
También se puede recurrir a colocar espejos alrededor de la casa para aprovechar al máximo la luz del día. Una estrategia ya utilizada en la antigüedad para la ilustración y que hoy podemos sumar a nuestros compromisos para ahorrar electricidad, pagar menos y proteger el planeta.
- Apagar los dispositivos al dormir
El consumo de dispositivos “apagados pero encendidos” cuesta a pesar de que no se le de uso.
Apagar todos los dispositivos de reserva (televisores, computadoras, estéreos, etc.) ahorra un 10 % de su consumo total. Aproximadamente, con un promedio de consumo (3.500 kWh/año) se ahorran 52 euros.
- Elegir dispositivos eficientes siempre que pueda
Utilizar aparatos de clase A y aprovechar al máximo cada uno de ellos en casa es fundamental si queremos empezar a ahorrar energía eléctrica en nuestros hogares.
Si necesita reemplazar electrodomésticos, elija electrodomésticos con etiquetas energéticas más eficientes, con etiquetado energético (A). Aunque suelen ser más caros, a la larga ahorran tanta electricidad que acaban siendo más baratos que los aparatos más baratos.
- Hacer un buen uso de los electrodomésticos
El uso eficiente de los electrodomésticos es la clave para ahorrar electricidad:
- Lavadora y lavavajillas completamente cargada. Y si no necesitas agua muy caliente, puedes ahorrar hasta un 55% en tu factura de la luz con 40 en lugar de 60 °C.
- La placa de inducción consume menos luz que las vitrocerámicas.
- El uso de ollas y sartenes del diámetro adecuado para cada fuego mejora la prevención de la pérdida de calor. También puede optimizar el calor tapando las sartenes o cocinando en una olla a presión. Pequeños detalles que en definitiva nos permiten ahorrar una importante cantidad de luz durante todo el año.
- Uno de los electrodomésticos a tener en cuenta es el frigorífico, pues es uno de los sistemas que más consume. Programar la temperatura interna entre 3º y 7º, no dejar que se forme escarcha y procurar que la parte trasera esté ventilada y libre de polvo.
